Universitas ocurrió desde el lunes 3 hasta 9 de junio. Cuarentaicinco actividades de todo tipo y especialidad: robótica, administración, literatura, ciencia de la computación, ingenierías, teatro, música, fotografía, pintura, gastronomía de varios países, bailes, conferencias, historia, política, estética, psicología, educación, marketing, administración, etc. El tema es el Perú, y no variará hasta el bicentenario.
Todos los años, el elenco de la UCSP regala a la ciudad una obra de teatro y con ella se clausura esta semana auténticamente universitaria. El año pasado vimos Ollantay un agudo drama incaico y mestizo en su forma sobre la justicia y las motivaciones más profundas de la naturaleza humana. Este año tocó el turno a Las Tres Viudas, obra satírica de Manuel Ascencio Segura.
Vivir Universitas es una experiencia llena de cultura. Requiere dejarse tocar por la inteligencia y la belleza de las actividades. Y es un gran logro y casi una cruzada que hayan participado varios miles de personas, pues hoy en día todo lo que es cultural parece dejarse de lado. Se necesita abrir el corazón a las actividades, dejarse tocar por ellas y asumirlas como sugerencias para aprender y meditar luego en casa y así seguir gozando del arte y la cultura y con ello crecer como personas. Ese es el sentido de esta especie de feria multicultural.
Al inicio de la semana uno anota los horarios de las diferentes actividades y toca hacer un espacio en la agenda personal para asistir quizás a uno o dos eventos que te puedan llamar la atención. Luego Universitas misma te invita a seguir gozando de su atracción y despierta un deseo profundo de seguir asistiendo a una obra de teatro, charla, conferencia, etc. Y así uno se va animando y de pronto está envuelto en una especie de magia: el anhelo de gozar del arte y la cultura que sobre pasa al día y a día.
No quiero resaltar en sí ninguna actividad en concreto pues creo que hubo para todos los gustos. Es encomiable el esfuerzo puesto por las personas que prepararon los eventos, los charlistas preparando el material, actores preparando el texto y la vestimenta, jóvenes trabajando en la cocina y el baile.
Pasa la semana y todo vuelve a la normalidad, pero en el corazón de los que participamos, extrañamos y añoramos una nueva Universitas. Guardemos ese anhelo para el próximo año. Siempre será mejor.
Juan Ignacio Angulo Cuba