Sobre la enseñanza en la universidad

Hace unos días organicé unos conversatorios con mis estudiantes del curso de Comunicación sobre temas cotidianos de la vida universitaria y el que despertó más entusiasmo fue la evaluación. Debido a lo relevante del asunto, me preguntaba si –planteada tal como está– cumple verdaderamente con su finalidad.

En cuanto a esto, me queda claro que es el aprendizaje. Entiéndase este como construcción de conocimiento modificando los esquemas cognoscitivos del mundo, o como el descubrimiento e interiorización de los signos de la cultura a través de la reconstrucción de sus significados o como el proceso activo en que los alumnos construyen o descubren nuevas ideas o conceptos basados en sus saberes previos. Según Piaget, Vigotsky y Bruner, respectivamente.

En la década de los 80, el profesor Jhon Biggs desarrolló la teoría del alineamiento constructivo que consiste en enunciar claramente los objetivos de aprendizaje del curso, hacer que el examen los mida dándolo a conocer a los estudiantes y elegir actividades de enseñanza/aprendizaje apropiadas para entrenar estas destrezas y habilidades durante el desarrollo del curso.

Por ejemplo, cuando el profesor tiene la intención de desarrollar el análisis, la comparación y el juicio crítico en sus estudiantes, pero en sus exámenes se concentra en otras habilidades como la memorización o la descripción; lo que consigue es que los alumnos solo persigan los objetivos de la prueba y no consigan los objetivos del curso. A esto, se le llama curso desalineado. En otras palabras, el logro del objetivo de la evaluación no está únicamente en el terreno del estudiante. El aprendizaje se planifica, se dirige y se evalúa. En el aula universitaria, eso le corresponde al docente.

En el fondo, se trata de coherencia. Coherencia entre los objetivos planteados desde el sílabo, las actividades realizadas en el aula a lo largo del semestre para conseguir esos objetivos y los instrumentos aplicados en momentos de examinación. Cuando el trabajo pedagógico tiene un norte y es producto de la reflexión, logra responder a su misión: la formación de personas.

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